Tarde fría y lluviosa la del lunes fuera del polideportivo Kandelazubieta en Leioa. Dentro, el numeroso público reunido pudo disfrutar de una “clase magistral” del gran Ricard Casas. El tema elegido, “La importancia del método en la enseñanza de la Técnica Individual”Que otro trabajo ha de realizarse al margen de la repetición, para alcanzar el objetivo.

Es decir, se habló de los fundamentos técnicos, esa gran batalla que parece ser para los entrenadores hoy en día, bien por desconocimiento, por no saber cómo trabajarlos o por no saber cómo aplicarlos.

Ricard insistió en la importancia del método y en los objetivos de equipo, por encima de planificaciones de contenidos y/o por etapas. Fuera libros y más basket. Si tenemos un método, siempre llegaremos a algún sitio (repetición, interiorización e inducción). Trabajar lo fundamental, el ABC, para luego ir cubriendo etapas y poder desarrollar el basket a gusto de cada entrenador, dejando sello. Mirar más al pasado, donde parece que tenían más claro qué era lo fundamental que tenía que tener un jugador de formación, desarrollando su talento y creatividad, para luego, llegado a una etapa junior o senior, poder desarrollar su juego con mayúsculas, siempre desde el refuerzo de la confianza, de lo que el jugador domina mejor.

Ricard nos desgrano gestos técnicos que poco a poco fue aplicando a situaciones tácticas, sin caer en el mero trabajo repetitivo sin oposición. Empezando por el dribling, siguiendo con el pase y el uso de manos, llegando a la parada y su equilibrio, para unirlo todo en situaciones tácticas con oposición. Una lección de desglose y desarrollo de ejercicios, técnica individual aplicada. Siempre sobre la premisa del “porqué hacemos esto”, dejando claro al jugador que lo que está trabajando tiene un sentido, una razón de ser.

El coach nos dejó una frase para la reflexión: “enseñar los fundamentos técnicos no es saber cómo se hacen los gestos técnicos, sino dominar cuando hay que utilizarlos”. En definitiva, ¿hay diferencia entre la técnica y la táctica individual?.

Lección magistral también de comunicación, de cómo usar las pausas, como transmitir con voz y/o con gestos y también de exigencia, ya que algún jugador se llevó más de un susto y también alguna cura de humildad en la cancha.

En definitiva, una tarde agradable disfrutando con la pasión de Ricard Casas por el baloncesto.

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